Dije que me lo tomaría con calma, y volvería aquí sin prisas. Cuando tuviera algo que decir.
Y nada más necesario que hacerlo ahora.
La ultima vez hablé de presentaros a los seres que me llenan,
o la gente que suma, entre tu y yo.
Hoy es el momento de la que siempre está (aunque no la veas).
Todos tenemos nuestro proceso,
pasamos por etapas dulces
y, también, por momentos difíciles,
de crecimiento y aprendizaje.
Y de estos últimos ella sabe un rato.
Lleva toda la vida luchando con ellos.
Una superviviente.
La mayor que conozco.
En todos los sentidos.
Cuanta verdad en una sola persona, tú.
Ella es libre, sencilla, humilde, sincera y, sobre todo, valiente.
El tipo de persona que nunca pasa desapercibida.
Clara y concisa.
Arrolladora.
Es pura inspiración.
Con la única con la que no hacer ningún plan es el mejor plan.
Con la que beber agua nunca trajo borrachera tal.
Capaz de sacarte de la cama, para quemar la noche.
Y de dejarte preocupada porque se ha dejado la estufa puesta.
En su casa, a kilómetros.
Y se va de fiesta, así de tranquila.
En fin, tan diferente a mí
y, por eso, tan enriquecedora.
Todo esto no nace hoy de mí, Jess.
Lo escribí con los años.
Después de las contadas veces que hemos coincidido en la misma ciudad.
Punto.
Y casi vida.
Amiga comodín,
donde te lleve aportas.
No sé si sabes cuanto vales,
solo espero que con esto te hagas una idea.
No me faltes nunca.
