Siempre me avisaron de que lo haría cuando estuviera mal.
Que serías mi primer pensamiento en los malos momentos.
Mentían.
Lo eres ahora, mientras doy buenas noticias. Y cuando las recibo. Y cuando río, y tengo buenos ratos. Y cuando pienso que no estás aquí para verme feliz. Aunque lo estés.
Aqui estoy, nueve meses después, y como siempre, sin saber cómo, término escribiendo sobre ti. No se si podré acostumbrarme alguna vez.
"Llorar es limpiar el alma.
Desenredarla.
Para vestirla de blanco,
y volver a empezar."
No hay comentarios:
Publicar un comentario