lunes, 28 de noviembre de 2016

Vai-ven-me voy.

He necesitado de más para aprender a conocer tus menos.

He leído tantas veces la página que ha perdido magia el libro.

He vuelto a traspasar el límite y aquí sigo,
aunque hoy si sé que me voy a tiempo.

Que ya está bien.

De tus mensajes a deshoras.
De tus nunca llegar a tiempo.
De tus sí, que son no.
De tus no, que nunca llegan a ser serios.
De tus códigos entre líneas.
De tu ser, sin estar, que habla más de tí lo que callas que la sonrisa de después.

Que me voy, amor.

Y que ojalá mañana,
ya por fin sea tarde.


jueves, 24 de noviembre de 2016

Briconsejo

Ya.
Para.
Deja de esperar a que te hable.

No vuelvas a entrar en la conversación para ver si está en línea,
porque lo está, y ahora no,
y ahora sí
y ahora no.

Y no, no tiene por qué estar hablando con otra,
o quizás sí.

Pero a ti sigue sin hablarte. Y sigue en línea.
Y tú sigues pegada a la pantalla esperando un escribiendo.
O un mensaje. Tan absurdo como ambos tres, el mensaje, tú y él.

Y a ti ya no se te ocurre qué más hacer para llamar su atención.
Y él te presta cada vez menos.

Así que olvídate,
Deja de esperar a que te hable y háblale a otro.
No será ni tan raro, ni tan ilógico, ni tan mágico,
pero, al menos, dejarás de pensar que estás esperando algo que no llegará.

(De nada)