Pues sí, de eso voy yo. Y algunos de vosotros, también. Es un mal de muchos creo, pero no vale con el consuelo de tontos.
Cobardes, miedosos, pusilánimes, achantados, gallinas, cagones o caguetas, como prefiráis.
Todos llegan a lo mismo. No a lo que somos, pero sí a lo que hacemos, o más bien a lo que no hacemos.
¿Por qué arriesgarnos? Si estamos bien o como estamos... o no? ¿Acaso podríamos estar mejor?
Esta entrada va por nosotros, por todos aquellos a los que nos asusta dar un paso adelante, pero no dar un paso atrás.
Por mi y por todos mis compañeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario