jueves, 20 de agosto de 2015

Hazlo


Cuando se creyeron que íbamos a cumplir las normas. Que no íbamos a saltar rejas por el mero hecho que un cartel lo prohibía. Cuando prohibir se convirtió en algo con sentido. Dime cuando dejamos de hacer las cosas que nos dictan para empezar a hacer lo que nos de la real gana. 

Ser feliz está sobrevalorado. Hemos pasado de disfrutar a que nos disfruten. De sentir a que nos sientan. De amar a que nos amen. Porque se volvió mucho más sencillo no hacer nada para no rompernos en mil pedazos imposibles de reconstruir. Nos hicieron polvo, cenizas y luego, soplaron. Y ahora somos el personaje secundario de una historia que en su día nos hizo protagonistas.
Dime cuando nos cansamos de reír. Y dime cuando llorar significó algo malo. Si la felicidad más absoluta nos hizo derramar las mejores lágrimas. 

No te estás jugando la vida por vivirla aquí y allá. Aunque en algunos momentos parezca que si. No eres mejor por hacer cosas normales, por seguir las reglas, por acatar las normas, por ir o por ser moda. No te mereces quedarte con el que dirá, hoy no. Ni siquiera te preguntes que hubiera pasado porque estás a un solo paso de descubrirlo. 

Ya no nos valen las excusas. Ya no podemos escondernos en los miedos. Ya ha pasado el tiempo, suficiente, quizás demasiado. Y ya hemos perdido mucho. 
Dime cuando la impotencia pudo más que la impulsividad. Cuando pasamos de ser locos arriesgados a controlar los impulsos. Y con ello reducir las experiencias en número e intensidad. 

No se cuando dejamos de ser quienes éramos para ser lo que somos. Pero se que queda demasiada vida para aguantarse las ganas y pasarla esperando. No es justo.
Ya no.

Estoy aprendiendo a ser quien quiero ser.

"Hazme polvo, y luego. Sopla."

No hay comentarios:

Publicar un comentario