lunes, 9 de enero de 2017

Im-probable

Un día alguien me hablo de las cosas imposibles.
Me dijo que había un lugar donde se encontraban guardadas, bajo llave. Me contó que la única forma de abrir el cajón era lanzándose al vacío, pero él era el primer cobarde con miedo a las alturas.

Poco después se marchó, pero no del todo.

Lo suficientemente lejos para dejar vivir. Lo bastante cerca para regresar a casa.

Esa misma persona se escondió en aquel rincón. Sin ni siquiera hacer ruido.

Lo último que me contó fue que no se marcharía, a no ser que yo se lo pidiese.

Y ahora estoy en ese punto.
En el que intento recordarte, y olvidarte. Siempre al mismo tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario