domingo, 17 de mayo de 2015

Atreverse a vivir


Vivimos en un mundo de estereotipos. Donde decir la verdad está sobrevalorado y hasta creemos en hacer buenas a las mentiras piadosas. Vivimos en un mundo en el que decir te quiero nos hace huir. Morir de miedo, y preferimos crear distancias. 
Vivimos en el mundo de las dudas infinitas. De dar mil y un rodeos a una historia que solo tiene un camino. Vivimos en un mundo donde rompimos la escala de grises y atinamos al blanco o negro. Y no hay más. 
Vivimos en el mundo donde los locos, soñadores, aventureros y arriesgados están mal vistos y, sin embargo, nos quedamos con quien nos promete una vida plena. Y no queremos eso. 

Queremos vivir cada día en una punta del mundo distinta. Despertarnos en los brazos que soñamos todas las noches. Queremos decir sí cuando sea sí y hacer que el no no parezca tan malo. Queremos soñar que se puede y querer que se pueda. Queremos que las historias se cumplan. Que los finales no existan y que cada día sea un nuevo comienzo. 


Quiero que me mires a los ojos. Que te guardes los miedos y te sientes a mi lado. Que cojamos un tren. El primero que salga. Sin destino. Y que me agarres fuerte. Más. Que no me dejes marchar ni cuando amanezca. Que me derritas y me cures. Con alcohol. Como se curan las heridas de verdad. Quiero que me construyas y me destroces. Y que lo hagas a diario. Que se me olvide tu nombre y estés ahí para recordármelo. Que no me importa el viaje, ni el tiempo, ni el lugar. Que solo son mis ganas y las tuyas por comernos el mundo y empezar por nosotros. 

Quiero que me enseñes que vivir es un deporte de riesgo. Y que arriesgues conmigo.  

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