Primeros amigos o los hermanos que elegimos.
Que bonito que la vida nos haya unido, que nos haya puesto en su sitio, y que nos permita compartir momentos como los de este fin de semana.
Siempre recordaré el directo de mi canción favorita cogida de la mano de una de ellas, o aquellos momentos en los que las lagrimas de dos ilusas dicen más de lo que pudieran decir las palabras, con películas o sin ellas.
Contigo, nosotras y ellos.
Llámenlo compenetración, consanguinidad o amor del bueno.
Todo me vale.
Somos la familia que si pudiera elegir elegiría mil veces
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