lunes, 20 de julio de 2015

Cuando tu vida deja de depender de una hora de conexión

Concretamente de la de alguien que ni siquiera imagina que aún sigues esperando un "Hola, ¿como te va?", un "El otro día me acordé de ti" o al menos una explicación, aunque ni siquiera él la tenga. 

Aún así tu vives con la esperanza de que ese momento llegue. No lo hace y probablemente tampoco lo hará.

Soy de las que abogo por arriesgarse, aunque no arriesgue, por tirarse a la piscina, aunque no sepa nadar, y por gastar hasta el último cartucho si alguien de interesa. Pero, ¡ojo!, valórate. 


No mereces un amor a medias, y si es lo único que esa persona puede ofrecerte no te conformes con ello. 

Pasa página, cierra el libro y a por el siguiente.

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