Esa felicidad que perseguimos mucho, alcanzamos poco y que casi siempre se nos queda en nada.
Todos soñamos con círculos que se cierran, personas que se van para volver, y con la perfección en todo su explendor. Pero no. No la necesitamos. Es posible ser feliz sin que todo sea perfecto, quedarte con lo mejor de los malos momentos, tuyos, nuestros y de todos los que queremos.
Por eso hoy más que nunca, y tras una sesión de cine del bueno, se me viene a la cabeza el olor a mandarinas y cito:
"No quiero un final feliz, sólo quiero serlo."
@zaharapop
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